MANTRA:
OM MANI PADME HUM
OM MANI PADME HUM es el mantra de la compasión o amor incondicional, el que no espera recompensa. Uno de los mantras más importantes de las guerreras místicas re-evolucionarias que luchan para lograr la emancipación de la mitad de la humanidad, las mujeres, y, por consecuencia, la emancipación de todos los oprimidos del mundo. Es el mantra de Avalokiteshvara la bodisatva de la compasión, cuya misión es coadyuvar a que todos los seres sufrientes se liberen del samsara (incluidos los sistemas sociales opresivos como lo es el patriarcado y actualmente el capitalismo) y logren el despertar de la conciencia política, el compromiso social y la iluminación en comunidad mundial con todos los seres orgánicos e inorgánicos hacia la budeidad.
Mantra, en lengua sánscrita, significa “Man” mente y “tra” instrumento de liberación, es decir, la liberación de la mente de pensamientos, emociones, deseos, acciones y conciencia individualista egocentrada que la apegan y aferran al mundo convencional. Los mantras son sonidos, sílabas, palabras o frases que tienen por efecto coadyuvar a lograr estados profundos en la meditación (interna individual y externa social) dirigida hacia el despertar de la conciencia para llegar a la iluminación espiritual. OM MANI PADME HUM es el mantra de la compasión, pero no entendida desde una perspectiva judeocristiana occidental, sino budista, de identificación con todos los seres sintientes y sufrientes orgánicos e inorgánicos explotados, oprimidos y reprimidos por la acción individual y/o social.
OM MANI PADME HUM
Om mani padme hum es el mantra de la compasión, base fundamental del budismo mahayana y de las bodisatvas. Es el mantra emblemático de la bodisatva de la compasión, Avalokiteshvara, quien eligió como misión de su existencia, coadyuvar a que todas las seres humanas -y por consecuencia humanos- alcancen la emancipación-iluminación para llegar a la budeidad.
Se cuenta que una ocasión, muchas devotas decidieron trabajar para llegar a transformarse en budas pero que, de entre ellas, Avalokiteshvara tomó la decisión de no alcanzar la iluminación definitiva hasta que las otras lo hubieran logrado; afirmando que si alguna vez se cansaba de este compromiso entonces “explotaría su cuerpo en mil pedazos”. Con esa determinación, descendió a los niveles más bajos de la existencia para coadyuvar a que se fueran liberando todas las seres sufrientes oprimidas y así fue gradualmente ascendiendo por las diferentes escalas de la existencia. Cuando llegó al nivel más alto, miró hacia abajo (Avalokiteshvara significa: la que mira hacia abajo o mira a las de abajo), se dio cuenta que había ayudado a liberarse a muchas sufrientes
oprimidas, pero que seguían cayendo constantemente muchas otras más. Por tanto, decepcionada, por un segundo perdió la fe en su compromiso y estalló en mil pedazos.
Pero, gracias a la nobleza de su intención y a sus acciones altruistas, las budas y bodisatvas de todas las direcciones del universo corrieron en su auxilio y volvieron a reunir sus pedazos, integrándole, además, once cabezas, mil brazos y un ojo en cada palma de las manos (símbolo de la articulación entre la sabiduría y la acción, la teoría y la práctica o “los medios útiles”, lo que el marxismo llamó, la praxis). Avalokiteshvara obtuvo, por tanto un mayor resplandor y un mayor poder de compasión para continuar coadyuvando a todas las demás seres sufrientes oprimidas, insistiendo, de nuevo, en “no alcanzar el estado final de buda, hasta que todas -y todos- las seres alcanzaran la iluminación”. Por ello es que seguir el ejemplo de Avalokiteshvara permite ser beneficiada por la bendición de todas las y los budas y bodisatvas.
Además, se cuenta que, cuando Avalokiteshvara cayó en ese segundo de decepción, derramó dos lagrimas que se convirtieron en las dos taras, Tara significa: “la que libera, transportando a la otra orilla del océano del samsara”. Y Tara es un complemento dual de Avalokiteshvara, la tara verde es la fuerza activa de la compasión y la tara blanca es fuerza pasiva de la compasión. La compasión es ayudar a que las seres oprimidas se liberen de los reinos del sufrimiento del samsara, entre ellos, el más poderoso, el patriarcado. El acto sublime más profundo del amor incondicionado o desinteresado.
En muchas interpretaciones suele identificarse a Avalokiteshvara con la luna, cuya serena luz extingue los ardientes rayos del samsara, el sol, y permite en la oscuridad, la floración nocturna del loto de la compasión. Esta alusión recuerda un pasaje de la mitología mexica a Coyolxauhqui, deidad de la luna, desmembrada por su hermano Huitzilopochtli el sol y a la que el lesbofeminismo pretende reintegrar.
Avalokiteshvara es una de las tres principales figuras del budismo mahayana, el budismo laico y social, que encarna o cristaliza a la mujer bodisatva que vendría siendo una guerrera mística al servicio de la emancipación de las demás -y en consecuencia, de los demás-. De hecho, otra denominación con la que se conoce al mahayana es Bodhisattvayāna "El vehículo o camino de la Bodhisattva".
Amor incondicionado, sin condiciones, y desinteresado, sin un interés, no se refiere a la perspectiva judeocristiana de “poner la otra mejilla” cuando te golpean; ni “entregarte a las demás” olvidándote de ti misma; ni “amar al enemigo”. Sino a un profundo compromiso de solidaridad con todas las sufrientes explotadas y oprimidas del mundo, porque se entiende que “ninguna será libre hasta que todas lo sean” es decir que la emancipación personal depende de la colectiva, sin perder nunca el propio centro; esto quiere decir, que todas estamos articuladas como células de un mismo cuerpo social o gotas del océano. De alguna manera, como lo que Marx llamó el “internacionalismo proletario”, es decir, que la liberación de todas las trabajadoras y trabajadores tenía que ser mundial o no había liberación, y la falta de este amor proletario fue lo que no permitió el proceso de consolidación del socialismo en la propia Unión Soviética e interrumpió la construcción del socialismo a nivel internacional.
EXPLICACIÓN DE CADA UNA DE LAS SILABAS DE OM MANI PADME HUM
Om mani padme hum significa literalmente, la joya del loto que reside dentro o en el centro de una misma, la joya es la compasión o amor incondicional y el loto el corazón como residencia de dicho amor. El mantra se encuentra formado por seis silabas que ayudan a purificar el pensamiento, el habla y la acción. Cada sílaba remite a las siguientes virtudes: OM: meditación profunda; MA: paciencia, serenidad; NI: disciplina social, autocontrol; PAD: sabiduría, entendimiento; ME: generosidad, altruismo y HUM: enfoque eficiente, acción afectiva. Muchas agregan al final del mantra la sílaba HRI o semilla de Avalokiteshvara, catalizador de la compasión de todos los budas para transformar lo negativo destructivo en positivo constructivo.
Y cada una de ellas representan la purificación de los seis reinos del samsara para evitar la reencarnación. Om mani padme hum es la práctica de un camino de unión indivisible entre la sabiduría y el método (teoría y práctica, praxis), que va transformando la impureza del cuerpo, de la palabra y del pensamiento en la pureza sublimada de un buda.
SIGNIFICADO DE LAS SEIS SÍLABAS DEL MANTRA: OM MANI PADME HUM (existen diferentes interpretaciones)
SILABAS | SEIS VIRTUDES | SEIS DEFECTOS |
---|---|---|
OM | Concentración, meditación | Orgullo, soberbia, egolatría, egoísmo |
MA | Paciencia, compasión, tolerancia, conducta armoniosa, ecuanimidad | Envidia, lujuria, exceso |
NI | Disciplina, control de pensamiento, palabra y acción, autodominio | Pasión, deseo |
PAD | Sabiduría, entendimiento, conciencia despierta | Estupidez, ignorancia, distracción |
ME | Generosidad, dar, compartir, altruismo | Deseo de poseer, despojo, codicia, apropiación |
HUM | Enfoque eficiente, calidad, esmero en ejecutar las acciones | Agresión, odio, violencia, ira, destrucción |
Transliteración del mantra
- Tibetano: om ma ni pe me hum o hung
- Sánscrito: ॐ मणि पद्मे हूँ oṃ maṇi padme hūṃ
- Japonés: オンマニハツメイウン on mani hatsu mei un
- Chino: 唵嘛呢叭咪吽 ǎn má ní bā mī hōng
- Coreano: 옴마니 파드메 훔 eom mani palmi u
- Mongol: Ум маани бадми хум o um maani badmi khum
- Vietnamita: úm ma ni bát ni hồng
- Inglés: om mani padme hum o hung
LAS BODISATVAS (BODHISATTVAS) LA COMPASIÓN RE-EVOLUCIONARIA Y LAS GUERRERAS ESPIRITUALES
Desde una perspectiva feministalésbica, las bodisatvas (bodhisattvas en budismo) son las
mujeres espirituales guerreras que toman la determinación de renunciar a un beneficio propio
personal e individual para coadyuvar a que todas las demás logren salir de la esclavitud y
la enajenación patriarcal, desarrollen su conciencia y se comprometan a la acción para
acercarse paulatinamente en colectivo a la emancipación-iluminación o budeidad.
Su característica es que renuncian a su propio arribo a la emancipación definitiva (el
beneficio personal total) para contribuir a que las demás mujeres lleguen a ella (y, por
consecuencia, todos los oprimidos del mundo). Esta decisión representa la más grande y
profunda expresión de amor incondicional compasivo, colaborar para que todas puedan
liberarse del samsara (la rueda del sufrimiento de la existencia, incluyendo a todos los
sistemas y regímenes políticos patriarcales tanto exteriores como interiorizados) ya que las
mujeres biológico-históricas por haber nacido mujeres han sido objeto de esclavitud. Y, por
inferencia, también puedan liberarse los seres sintientes sufrientes humanos, animales,
vegetales y minerales del micro y el macrocosmos. Porque ninguna mujer será emancipada hasta
que todas sean emancipadas, y, por deducción, todos los oprimidos del mundo, porque la
opresión de la mujer es la base de todas las opresiones sociales.