Dibujo de Coyolxauhqui, quien en la cosmogonía mexica representa a la luna y, asimismo, a la tierra, la agricultura y el maíz, la vida, y a su complemento cíclico, la muerte. Hija de Coatlicue la gran madre cósmica y hermana de las múltiples estrellas. Fue derrotada por su último mediohermano Huitzilopochtli quien la decapitó y lanzó su cabeza convirtiéndose en la luna y aventó su cuerpo desde una cima para fragmentarla desmembrando brazos y piernas. Este mito representa el clímax del paso del matriarcado al patriarcado en Mesoamérica, es decir, la pérdida del poder ecocomunitario centrado en torno a las mujeres y la instauración del poder egoindividualista centrado en torno a los hombres y, por tanto, el inicio de la era del colonialismo, el imperialismo, el clasismo, el racismo, el sexismo y el ecocidio.